El punto es una expresión poética y musical de los guajiros cubanos consistente en una tonada o melodía acompañada por la voz de una persona que canta composiciones poéticas en décimas, improvisadas o aprendidas.
Existen dos variantes principales de esta práctica musical: el punto libre, con compás variable; y el punto fijo, en clave o cruzado. Aunque a lo largo de la historia este género musical se ha venido practicando tradicionalmente por los habitantes de las zonas rurales, hoy en día se encuentran variantes suyas practicadas por el resto de la población cubana.
El punto es un elemento esencial del patrimonio cultural inmaterial de Cuba, abierto a todos, que propicia el diálogo y expresa los sentimientos, conocimientos y valores de las comunidades que lo practican.
Las técnicas y los conocimientos vinculados a este elemento cultural tradicional se transmiten de generación en generación, esencialmente por medio de la imitación. Por todo el país, las Casas de Cultura llevan a cabo un programa de enseñanza del punto guajiro que comprende la organización de talleres animados por los depositarios y practicantes de este género musical.
Además, en toda Cuba se celebran seminarios, concursos, festivales y eventos de diverso tipo con vistas a salvaguardarlo y revitalizarlo. Por último, cabe destacar que se ha creado una categoría profesional de intérpretes del punto, lo que ha permitido vivir de su interpretación a muchos de sus practicantes y depositarios.